¿Te has quedado observando a una persona y te has visto reflejada en sus ojos?
¿Has sentido un suave cosquilleo cuando te hablaba y has quedado prendada sin una sola palabra qué decir?
¿Has rogado a quién fuese para qué por unos minutos paralizase esos momentos que podrían ser descritos como mágicos?
¿Te
ha faltado el aliento al saber que estaba lejos y en cambio has sentido
un atisbo de felicidad cuando volvías a estar enfrente de esa persona?
Acariciándola,besándola, sintiendo que sois solo uno.
Lamentablemente,
tengo qué decir que yo no lo he vivido, pero lo he visto. He tenido la
oportunidad durante más de un año en ser testigo del amor que se profesan María y Alberto, conocidos cariñosamente como los "promes".
En
pocas horas, serán marido y mujer en su ciudad natal, Barcelona. No
existe mejor escenario para ese momento. No tengo ninguna duda
qué María será una novia guapísima, que la ceremonia será preciosa y que
los
presentes serán testigos de un amor que si no me equivoco comenzó hace
ocho años.
Este
último, ha sido un camino duro para los
dos. Miles de kilómetros, frío y lluvia, retos profesionales, más frío y
lluvia. Pero todo eso ha quedado atrás,
porque hoy se mirarán a los ojos y verán que todo esto, ha merecido la
pena.
Mis felicitaciones. Un beso desde Rotterdam
qué bonito!
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