miércoles, 28 de agosto de 2013

Sin precio

Vais a pensar que estoy loca y que estoy ciega al no ver los problemas que surgen en la actualidad debido a esos billetitos de colores que tantas satisfacciones nos pueden llegar a producir cuando los tenemos. 
Pero en este caso, me gustaría hablar sobre lo que dinero no llega nunca a provocarnos y podemos conseguir sin él.
El domingo pasado, mi amiga Inês, portuguesa y compañera de trabajo me había comentado si quería participar como voluntaria en un Festival de Época Romántica en nuestra ciudad. Es un festival de música clásica dónde todos los asistentes van vestidos de época.
El año pasado también asistimos y nos tocó vender helados. Este año nuestras tareas eran diferentes, entre las que se encontraban vender lotería o vender entradas de cine. Aunque el trabajo no era muy excitante, la experiencia de poder conocer gente y poder compartir durante unas horas con los roterdamés fue incalculable. 


No me entendáis mal. No digo que hay que trabajar de gratis. Para nada quiero ahora promulgar el trabajo esclavo. Al revés, pienso que el trabajo debería estar remunerado y lo que le falta a la sociedad es esa desigualdad a la hora de designar los salarios. ¿Por qué unos ganan tanto y otros tampoco? Injusto.
Sólo es que a veces tenemos la idea errada de que somos lo que producimos en la vida cuando en realidad creo que somos lo que podemos extraer de ella.

Cuando estuvimos en el festival, muchos amigos nuestros se acercaron a visitarnos y la típica pregunta era ¿Porqué lo haces si no os van a pagar?Eso me hizo pensar en cuántas cosas nos perdemos en la vida por no "recibir nada a cambio". 


Creo que el dinero está sobrevalorado. Existen millones de personas que ganan muy poco mereciéndolo y sólo sobrevivien y en cambio otras se creen superiores por el hecho de los ceros que existen en su nómina.
Yo no jugzo la profesionalidad de una persona por lo qué gana. Nunca lo he hecho ni nunca lo haré. En este mundo qué se guía por la oferta y la demanda sería muy injusto pensar que somos lo qué ganamos.

Entre mis compañeros de trabajo, adoramos algo por encima de la comida, aunque eso es díficil: el debate. Todos los días sale un tema a relucir y nos ponemos a discutir, incluso a veces con uno tono más alto que otro. Hace una semana estabámos en la hora de la comida y de pronto salió un tema muy interesante sobre lo qué significa la felicidad y los valores para cada uno de nosotros. Pensé en mi madre cuando me dice que valore el trabajar en equipo y que lidiar con personas qué piensan muy diferente a mí me va a enriquecer, porqué a la vez voy a aprender a respetar las opiniones de los otros y a lo mejor a cambiar o reafirmar las mías propias.
El dinero se gasta, incluso muchas veces se malgasta, por tanto no deberíamos ser tan dependientes de él.
En cambio existen valores, experiencias que no se pueden tocar, pero permanecen en nosotros para siempre.

Os dejo algunas de las fotos del FESTIVAL ROMÁNTICO DE ROTTERDAM.  
Romantic Festival en el Euromas, Róterdam

Roterdamés muy peculiar, lleva 20 años vistiendo sólo de color rosa

Dejando un recuerdo fotográfico del festival

 Probando uno de los accesorios de la tienda de tocados
Una de las mini-tiendas italianas

Mini-tienda de chocolate (zapatos de chocolate a medida)

Uno de los conciertos de piano

Nuestra recompensa (vino Rueda español)



Este vídeo es dedicado a vosotras. Siempre qué escucho esta canción, me acuerdo de buenos momentos.








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