domingo, 10 de marzo de 2013

Día Internacional de la Mujer Trabajadora

No creáis que me he equivocado, aunque en multitud de países, el día 8 de marzo se celebra el día Internacional de la Mujer Trabajadora, he decidido escribir hoy dedicándoselo a aquellas mujeres que desearían que éste no fuese un día de celebración y que no tuviésemos que recordar cada 8 de marzo que aún existen desigualdades entre los hombres y las mujeres. 

El pasado viernes, fue un tema de debate entre mis compañeras de trabajo el si debía celebrarse o no el día de la Mujer Trabajadora. Aunque varias de mis compañeras opinaban que celebrarse es un símbolo de que el machismo todavía sigue vigente en nuestra sociedad, para mí en cambio es un símbolo de solidaridad con todas las mujeres que en el mundo se encuentran en situaciones peores de pobreza y desigualdad.

Leyedo un interesante artículo que publicó el País el pasado 8 de marzo, en el que relataba la historia de 7 mujeres que habían nacido en diferentes países del mundo http://elpais.com/especiales/2013/dia-de-la-mujer/, se puede extraer la siguiente conclusión: que auque existen diferentes historias dependiendo del país en el que naces, en términos de discriminación todavía tenemos un largo camino que recorrer. 

Me llamo la atención, que la protagonista estadounidense hablaba que en la todavía primera potencia mundial, existía discriminación salarial entre mujeres y hombres. Ella, Virginia Leblanc, una reconocida profesora de universidad habían reemplazado a un hombre en el mismo puesto de trabajo pero recibiendo una remuneración del 15 % inferior. 
 Horrorizada una persona puede encontrarse, cuando descubre que el 40 % de la población femenina ha sido víctima de violencia de género en México, al igual que el 12,5 % de la población sudafricana femenina ha sido víctima de algún de violencia física y 4,5 % sexual. La historia de nuestra protagonista española no puede ser ajena a nosotras. La crisis esta mermando los derechos de los ciudadanos pero aún más si cabe el de las mujeres. 

Por tanto, desgraciadamente creo que debemos seguir conmemorando este día, para recordar a los poderes políticos y a los medios de comunicación que el problema no está resuelto. Por tanto, no podemos dejarlo aparcado reemplazándolo por asuntos económicos. Todo está ligado. Y nosotras, como españolas, no podemos consentir que a día de hoy todavía no exista ninguna norma que obligue a los empresarios a pagar a sus trabajadores por igual en el mismo puestos de trabajo. También destacar de forma anécdotica, como la desigualdad y la discriminación sigue vigente en nuestra sociedad española, que el 58 % de las sociedades gastronómicas vascas vetan a las mujeres su entrada a los establecimientos.

Para terminar, quisiera dedicar este artículo a todas las mujeres, pero en especial si me lo permitís a aquellas que realizan el trabajo en casa, que se dedicaron o se dedican a las labores del  hogar o al cuidado de los hijos, porque a día de hoy nadie lo ha reconocido ni remunerado. En vez de desconsiderarlo, deberíamos intentar que la sociedad lo respetase. Sólo nosotras podemos hacer que nuestro trabajo sea considerado por igual para el sexo masculino.


Como guinda, me gustaría amenizaros el artículo con la cantante "guerrera" Bebe y su granito de arena a la conmemoración de este día. 





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